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¿Bañera o ducha para el usuario en silla de ruedas?

La distribución  del espacio de aseo en una vivienda en la que va a habitar un usuario con silla de ruedas supone la identificación y consideración  de puntos críticos como la maniobrabilidad y la localización y diseño de los diferentes mecanismos y accesorios. Centrándonos en la zona de ubicación de la bañera o ducha se deberán aplicar diferentes criterios para adaptarse a las necesidades del usuario, pero… ¿Proporciona las misma comodidades una bañera que una ducha?

¿Bañera o ducha?

Cualidades como el acceso a nivel o las flexibles posibilidades de aproximación y transferencia aportan a la ducha un carácter claramente accesible frente a la bañera. Pese a esto en algunos casos la opción de la bañera está muy valorada y a veces es preferida frente a la ducha.

La actividad del baño o ducha, independientemente de las importantes medidas de apoyo que necesita, requiere igualmente de unos espacios de aproximación del usuario donde alojar la silla y acceder al espacio propiamente de aseo. Las dimensiones necesarias para que esta parte de la vivienda sea accesible y funcional deben de ajustarse a los siguientes criterios:

– Bañera: La bañera sólo permite el estricto acceso lateral, y éste, o bien se produce a través de asiento intermedio hasta el nivel superior de la bañera, o bien se dispone de espacio en un extremo de la bañera sobre el que situarse. Se estima suficiente con, al menos, 30 cm de apoyo, y para que se produzca la operación convenientemente, con 50/60 cm que permita la óptima posición del usuario al iniciar la transferencia. El espacio necesario aproximado sería de unos 160 cm de anchura por una longitud de unos 60 cm adicionales a la longitud que ya de por sí tenga la bañera.

– Plato de ducha:  En la ducha el acercamiento es lateral u oblicuo hasta alcanzar una silla plegable y permite un acceso mucho más cómodo. Dependiendo de la dimensión final de la ducha, se estima necesario un espacio aproximado de 170 x 150 cm además de un pavimento antideslizante.

Como ya sabemos es la ducha la que presenta un diseño mucho más flexible y eficaz para el usuario desde el punto de vista de accesibilidad pero además, como acabamos de ver, también  es esta opción la que requiere un espacio de aproximación de inferiores dimensiones . Es por ésto que, se mire por donde se mire, esta opción va a ser siempre la más positiva para el usuario contribuyendo a facilitar su vida y la de las personas que lo rodean.

Recuerda que en Adequando estudiamos cada caso  para adaptarlo a las necesidades de cada cliente.

Fuente: Manual de accesibilidad para técnicos municipales

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